sábado, 13 de junio de 2009

"Cuando mis palabras te buscan,
cada piedra, cada rincón, es el lugar
más idóneo para encontrarte".
F.C.





La Piedra(I)


La Piedra

I
En hileras puestas
las piedras guardan los secretos más íntimos;
en sus vísceras de adobe nos multiplicamos,
extendemos nuestro señorío
marcando con grandes piedras el territorio
y alejamos al resto de las fieras.

También las amontonamos hacia el cielo
en señal de grandeza,
desnudos colosos,
cuan Dolmen o Menhir.

Así, Nueva York como Petra
se alían en su propósito
para alcanzar el corazón del dios.

Hammurabi y Moisés
esculpieron la palabra en su piel,
y el mismo Chéops en su delirio
se supo inmortal entre ellas.

La memoria pertenece a ala piedra,
y en la anatomía de cada surco
se esconde la realidad del hombre,
que proyecta su vida
a la cautivadora piedra
del hogar que habita.


II

Fijada la piedra en casa sitio,
engarzadas todas ellas con sus sienes,
los labios incrustados a la tierra
y su lengua clavada en lo profundo.
Formados corredores y vestíbulos,
habitaciones y terrazas alineadas
en confitura de huecos y paredes,
el hábitat-idea bendecido.

Al fin, la voz ocupa sus espacios,
el uso de los cierres confirmado,
las estancias repletas con sus gritos
que un día sucumbieran
al murmullo del silencio renovado.

La lluvia, jugó largas sesiones
en noches oscuras de parranda.
Y el viento, cortejó cada rincón
acechando la débil hora de sueño más tardío.

La albahaca, preñada sin escrúpulo,
dominó exultante el arriate;
y el raquítico rosal de Poliantea
se refugia en la umbría de la esquina desolada.

Es la piedra en forma de granito
quien saluda en el pórtico y su arcada;
si un día le abandonas,
deja escrito tu regreso.
Es celosa la piedra de esta casa
y maldice y reniega
del huésped que la tuvo y la rechaza.


III

Gana la maleza en el camino,
y lo que ayer fue invitación y mesura
hoy, desgarra al ojo su equilibrio.
La providencia mediará en la lucha.
IV
Gana la maleza en el amino,
y lo que ayer fue invitación y mesura
hoy, desgarra al ojo su equilibrio.
La providencia mediará en la lucha.

Francisco Cejudo

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Les petjades del camí sempre hi són presents, és imposible borrar-les, La memòria sempre està present
i moltes vegades ens reconforta. Sense mem`ria de les coses o el sers estimats, seriem quelcom així com una pedra sense vida. Una pedra totalmen diferent a la del poema. Aquesta fa de suport per a tot el que allí es viurà i perdurarà en la memòria i en els sentiments més profunds.
Molt bonic.
Joana

F.Cejudo dijo...

Se alza con pederío la piedra ante mis ojos, oculta en sus entrañas sigue vibrando tu voz, amiga.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Paco, te envío esto para cerciorarme de si estas atento a lo que tus fans te comunican.

Nos vemos el viernes. Un abrazo.

IRON MAN